sábado, 25 de agosto de 2012

Como lo entienden los hijos conforme a su edad

 

Las reacciones de los chicos, de acuerdo a su edad

El divorcio no siempre puede considerarse como una causa de problemas psicológicos, pero sí indudablemente y en todos los casos, como un factor que hace a la persona más frágil y vulnerable. Es importante saber que el divorcio no es un hecho aislado, sino un proceso que desintegra la unidad familiar – especialmente la de los niños – , la estabilidad emocional y, muchas veces, la económica. Es recomendable tener presente que durante este período habrán numerosos cambios y ajustes en la vida de los menores tanto o más que en la de los adultos.
Como orientación se incluyen a continuación algunas de las reacciones que pueden aparecer dependiendo de la edad de los hijos, pero por favor, no olviden tener en cuenta que las mismas son solamente orientativas, ya que cada situación es única y cada niño la vivirá a su manera. Dos hermanitos no reaccionan de la misma forma ante la misma situación.
Las reacciones de los hijos ante este problema varían mucho de acuerdo a su edad, temperamento y a la habilidad de los padres para satisfacer sus necesidades dando prioridad a los sentimientos de sus hijos; los efectos negativos del proceso son más dramáticos durante los primeros dos años. Pocos niños sienten alivio ante el divorcio en el mismo momento en que este ocurre, ya que aunque el matrimonio haya sido turbulento, lo perciben como la pérdida de la estructura que les proporciona estabilidad y soporte. Muy raramente un niño escogerá el divorcio como la solución a los problemas de sus padres.
- Niños menores de tres años: Los más chiquitos pueden reflejar la angustia, tristeza y preocupación de los padres. Frecuentemente se muestran irritados, llorosos, miedosos, agresivos y pueden manifestar problemas de sueño, alimentación y/o gastrointestinales, así como una regresión en su desarrollo.
- De tres a cinco años: Cuanto más pequeño es el niño, dispone de menos mecanismos para elaborar lo que está pasando. En consecuencia ,suelen aparecer manifestaciones de ello a través del cuerpo: molestias abdominales, vómitos, dolores de cabeza, etc.
  • Se creen culpables por no haber hecho la tarea o no haber comido. Su pensamiento mágico les lleva a tomar responsabilidades imaginarias sobre los hechos.
  • Pueden tener pesadillas o fantasías al respecto.
  • Temen quedarse solos y abandonados. Hay que recordar que en estas edades los padres constituyen el universo entero de los niños y que la relación en la pareja es el medio en el que ellos se sienten cuidados y protegidos.
- La edad más difícil es la de 6 a 12 años. Cuando el niño es algo mayor puede sentirse la causa de dicha separación y, por tanto, sentir gran culpabilidad. Suelen aparecer depresiones con fases más agresivas, repercusiones en el rendimiento escolar, regresiones a edades anteriores (vuelven a surgir comportamientos anteriores, de más pequeños), etc.
  • Se dan cuenta de que tienen un problema y que duele y no saben como reaccionar ante ese dolor.
  • Creen que los padres pueden volver a estar juntos y presionan o realizan actos que no llevan más que a un sentimiento de fracaso a los padres y a ellos mismos.
  • En los niños más grandes, suele desarrollarse una hipermadurez en parte positiva, pero a la vez peligrosa ya que puede pretender sustituir al progenitor ausente.
- Los adolescentes experimentan:
  • Miedo, soledad, depresión y culpabilidad.
  • Dudan de su habilidad para casarse o para mantener una relación de pareja en el futuro.
 
 
 
 
 


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